Gitanjali
By Rabindranath Tagore
It is a
collection of poems by the Indian poet Rabindranath
Tagore. The
English Gitanjali or Song Offerings is a collection of 103
English poems of Tagore's own English translations of his Bengali
poems first published in November 1912 by the India Society of London. The
English Gitanjali became very famous in the West, and was widely
translated. The word gitanjali is composed from "git", song,
and "anjali", offering, and thus means – "An offering of
songs"; but the word for offering, anjali, has a strong devotional
connotation, so the title may also be interpreted as "prayer offering of
song".
Some poems
involve themes related to nature, but here, too, the spiritual is subtly present,
as in this poem (no. 57):
“Light, my light, the world-filling light, the
eye-kissing light, heart-sweetening light! Ah, the light dances, my darling, at
the centre of my life; the light strikes, my darling, the chords of my love;
the sky opens, the wind runs wild, laughter passes over the earth. The
butterflies spread their sails on the sea of light. Lilies and jasmines surge
up on the crest of the waves of light. The light is shattered into gold on
every cloud, my darling, and it scatters gems in profusion. Mirth spreads from
leaf to leaf, my darling, and gladness without measure. The heaven's river has
drowned its banks and the flood of joy is abroad.”
The Namesake
By Jhumpa Lahiri
The Namesake (2003) is the first novel by
Jhumpa Lahiri. It was originally a novella published in The
New Yorker and was later expanded to a full length novel.
The novel describes the struggles and hardships of
a Bengali couple who immigrate to the United States to form a life
outside of everything they are accustomed to.
The story begins as Ashoke and Ashima
leave Calcutta, India and settle in Central Square, in Cambridge,
Massachusetts. Through a series of errors, their son's nickname,Gogol, becomes
his official birth name, an event that will shape many aspects of his life in
years to come.
The Ramayana
By Valmiki
Así el rey de los lógicos exclama,
Para probar el sólido cimiento
De las virtudes místicas de Rama:
-¡No sabes, oh varón, cuanto lamento
Rebajada encontrar la inteligencia
Al nivel del común entendimiento!
¿Que pensador no tiene la evidencia
Que de los libros santos y
morales
Fueron hechos por hombres sin
conciencia,
Para engañar a los demás mortales
Y hacerles dar sus bienes sin
violencia?
He aquí, en resumen, su doctrina
toda:
Ofrece sacrificios,
De santa austeridad vive en el ocio,
Consúmete en anillos y en cilicios
Y entrega tu dinero al sacerdocio.
¡Oh rey sencillo, de tu mente loca
Aparta el religioso devaneo;
Sólo lo que se ve, se gusta y toca
Es digno de tu amor y tu deseo.
Dime: ¿De tus abuelos cual ha sido,
Con ser reyes magnánimes, la suerte?
De la tierra, ¡infeliz! los ha
barrido
El soplo emponzoñado de la muerte,
Y nadie saber puede a donde han ido.
El ciego fanatismo se imagina
Que está donde él desea.
¡Oh, cómo el ignorante se fascina
Con el sueño mentido de una idea!
A nuestra vista la verdad se esconde
Nada hay seguro que cierto sea,
¿El mundo mismo existe? Dime donde.-
Como elefante enfurecido, Rama
Escucha airado la palabra atea,
Y con voz del aquilón exclama:
-Imposible es que el pecho me taladre
El aguijón punzante de la duda;
La santa fe lo escuda,
La santa fe que le infundió mi padre.
Así como el caballo generoso
Obedece al señor que lo domina,
Y es esclava la esposa de su esposo,
Me rindo a mi Padre a la doctrina.
Y resucito a tu voz, como a la saña
Del huracán furioso
Resiste inquebrantable la montaña.-
II
-¡Vuélveme a Roma, tirano!-
El anciano Rey, oyendo
Que su esposa le acrimina
De Rama por el destierro,
Traspasado por la pena
Y el cruel remordimiento,
Cayó, cerrando los ojos,
Desvanecido en su lecho;
Más, a poco, recobrado,
Así le dice, gimiendo:
-Por el amor de tu hijo,
Esposa mía, te ruego
Que en mis heridas no pongas
De tus quejas el veneno.
Si me quieres, no me acuses.
Tus suspiros y lamentos
Son para mí más terribles
Que el estallido del trueno.
Te juro en mi agonía,
No me abrumes con el peso
De tu dolor, ya que tanto
Me abruma, a su vez el cielo.-
Al oír estas palabras,
Que desbordadas salieron
Entre sollozos profundos
De un corazón ya deshecho,
La Reina cayó a las plantas
De su esposo, y reprimiendo
Su dolor, juntas las manos
Como quien reza en el templo,
Y la undosa cabellera
Esparcida por el suelo,
Le dice:
-¡Rey
de los hombres!
Perdona si el sentimiento
Me hizo pronunciar palabras
Que ser no dichas debieron.
La mujer a quien su esposo
(Que es de los dioses espejo)
Con entrambas manos juntas
Dirige lloroso un ruego,
Si a sus súplicas no accede
Y desoye sus lamentos,
Ni en esta ni en la otra vida
Encuentra paz ni consuelo.
¿Que te dije en mi amargura?
Al hablar el sufrimiento,
La voz de la inteligencia
Guarda profundo silencio.
¡El dolor! No tiene el hombre
Enemigo más tremendo.
Obscurece la memoria,
Anubla el entendimiento,
Acaba con la paciencia
Y hace al piadoso blasfemo.
Puede curarse la herida
Que causa un tizón ardiendo;
Más la que hace la tristeza,
¡Oh caro esposo! en el pecho,
Esa que viene del alma
Y crece y crece en silencio,
Es incurable. Los sabios,
Los sabios mismos que fueron
Pacientes, dulces, piadosos
Y de virtudes modelos,
Al ser del dolor heridos
Entró la furia en su pecho
Y gusanos de la tierra
En el pecado cayeron.
¿Qué mucho que yo deplore
De mi hijo amado el destierro?
Siglos se me hacen los días
Desde que se fue tan lejos,
Y mi dolor se acrecienta
Por horas y por momentos,
Como las aguas del Ganges
Cuando comienza el deshielo.
Mahabharata
By Vyasa
EL MAR (Fragmento*)
Los hermanos Vinata y Kadrú, cuando
la noche hubo comenzado a disiparse, hacia la mañana, al salir el sol,
apresuradas e impacientes corrieron por la ribera… Allí vieron el mar de aguas
profundas; el mar con su gran poblado, poblado de peces y de ballenas, de
tiburones, de animales innumerables, espantosos, horribles y d variadas formas,
de tortugas y cocodrilos: el mar terrible, cuyo clamor asusta, infranqueable
por sus remolinos profundos, que llevan el miedo al corazón de las criaturas;
el mar, removiéndose en sus orillas por la acción vigorosa del viento
encrespándose por el furor de su agitación, acercándose, retirándose y
removiendo sus innumerables ondas; el mar lleno de ondas que se hinchan cuando
la luna crece, la mina más rica de pedrerías; el mar que produjo la concha de
Krishna. Turbado en otro tiempo hasta su fondo por el poderoso Govinda, cuando
bajo la forma de un jabalí estuvo buscando al tierra bajo sus ondas agitadas;
ese mar, cuyo fondo no pudo encontrar durante cien años el Brahmarsi Atri, y
que se apoya siempre en la bóveda del cielo; ese mar, sombrío lecho de Vishnú
en su esplendor infinito, origen de loto, cuando en la remota época de la
renovación del mundo, saboreaba el éxtasis de su absorción en el seno del
absoluto el mar que allana las montañas conmovidas por la caída del rayo el
mar, asilo de los Asuras vencidos por los dioses, ese mar que ofrece a Agni la
ofrenda de su oleaje, se mostró a las dos hermanas como inconmensurable y como
rey de las riberas. Y ellas contemplaron el vasto océano que parecía danzar en
todas sus ondas y hacia el cual, rebosando de aguas profundas, se dirigía sin
cesar una multitud de caudalosos ríos…
-Hola mar ¿qué haces?-
-Bien estoy moviendo mis manos-
-¿Tus manos?-
-Sí, mis olas-
-¡Qué bien!-
-¿Esperas a los peces?-
-No, espero a ese barco
Para poder moverlo-
-Muy bien derramare mi tristeza pero
solo
Por hoy, gracias.-
The literary tradition of India is one of the most beautiful that may exist. We have seen in this way that its writers, through their tools and intellectual gifts, have borne fruit to great works of art such as those we have presented in our blog. These literary works, although some of them are contemporary, contain all the characteristics of Indian literary tradition, which, to our way of seeing things, is completely worthy of assessment, as this will keep the treasures of a culture as privileged as India.
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